Inicio / Passivhaus y arquitectura bioclimática / Tendencias en arquitectura sostenible para 2025
La arquitectura está en constante evolución y cada vez son más importantes aspectos como la eficiencia energética, la sostenibilidad o el uso de tecnologías avanzadas en el hogar. Para impulsar la sostenibilidad es necesario considerarla desde la fase de diseño. En este artículo analizamos las principales tendencias en arquitectura sostenible que se están perfilando para el 2025.
La construcción y la rehabilitación producen grandes volúmenes de residuos y existen varias formas de evitarlos y de impulsar una arquitectura más sostenible:
El uso de materiales reciclados y naturales en arquitectura seguirá siendo tendencia en 2025
Si una casa es capaz de producir la energía que consume, no solo ahorrará, sino que también contribuirá al cuidado del medioambiente. Las viviendas autosuficientes se componen de varios elementos:
La tecnología es una gran aliada para la sostenibilidad y su uso seguirá siendo tendencia en 2025 para favorecer el ahorro energético.
Algunas de las tecnologías que ya se usan y que se utilizarán también en 2025 son las siguientes:
La IA y otras tecnologías avanzadas se desarrollarán en 2025 para favorecer la sostenibilidad de la arquitectura.
El diseño biofílico es una tendencia que no es nueva, pero que está muy ligada a la sostenibilidad. Es un enfoque arquitectónico que busca integrar la naturaleza en las edificaciones y, de esta forma, reducir el consumo de energía y proteger la salud de las personas. Se utilizan elementos como:
El sector inmobiliario residencial tiene diversos desafíos en la actualidad debido al aumento de la demanda de vivienda, la escasez de oferta y el incremento progresivo de los precios. En la construcción modular se elaboran partes o módulos de un edificio o casa en una fábrica. Estos elementos son transportados, posteriormente, al lugar de construcción para ser ensamblados.
Esta forma de construir reduce costes, apuesta por la rapidez en el proceso de construcción y disminuye el desperdicio derivado de la construcción, por lo que impulsa la sostenibilidad.