Inicio / Passivhaus y arquitectura bioclimática / ¿Qué son las Earthships y cómo contribuyen a la bioconstrucción?
¿Has visto viviendas construidas con botellas de cristal o neumáticos? Son ejemplos de construcciones sostenibles y respetuosas con el entorno natural puesto que están hechas con materiales reciclados. En este post te contamos qué son las Earthships y qué elementos las componen.
Es un tipo de vivienda con un diseño bioclimático que está hecha con materiales naturales o reciclados. Su objetivo es funcionar de forma autónoma y respetar el medioambiente.
En el desierto de Taos en Nuevo Méxito podemos encontrar unas viviendas peculiares, semienterradas, con diseños circulares y grandes ventanas. Están hechas de adobe, neumáticos, latas o botellas de vidrio.
Las desarrolló el arquitecto Michael Reynolds que, en los años 70, realizó los primeros modelos para apostar por viviendas más sostenibles y asequibles.
Posteriormente, este tipo de diseños se extendieron por otros países y, desde hace tiempo, también se pueden encontrar ejemplos en España, por ejemplo, en Almería.
Este tipo de construcción parte de una base esencial: considerar las necesidades de las personas, es decir, la comida, el refugio, la energía, la gestión de residuos, el tratamiento de aguas grises y negras y el agua potable.
Las viviendas Earthship cumplen todas esas necesidades y, además, no dependen de una red de suministro.
Los elementos de estas viviendas son los siguientes:
Los principales elementos de estas construcciones son los materiales reciclados, los sistemas de recolección de lluvias, la autosuficiencia energética o el tratamiento de residuos.
Los beneficios más relevantes de este tipo de construcciones son los que detallamos a continuación:
Las Earthship aportan ventajas como la reducción del consumo de energía o la durabilidad.
En España y en otros lugares del mundo encontramos diversos ejemplos de este tipo de construcción. Vemos algunos a continuación:
Se trata de una casa rural privada que se encuentra cerca de Barcelona y que se alquila. Es totalmente autosuficiente y ofrece alojamiento para entre 8 y 16 personas.
El reto era enorme: hacer una escuela para 100 alumnos en 45 días y que fuera sostenible. Para lograrlo se utilizaron 1.500 botellas de plástico y 3.000 de vidrio, 12.000 latas, madera, cemento, paneles fotovoltaicos y un techo para recoger el agua de la lluvia.
La escuela se realizó en 2017 en la localidad de Jaureguiberry (Uruguay) por la ONG Tagma y el arquitecto Michael Reynolds.
La obra de esta casa comenzó en 2007 y terminó en 2014. La pareja contó todo el proceso en su blog, los materiales que utilizaron y la forma de vivir en este tipo de vivienda.
Las paredes de la casa están hechas de neumáticos para mantener la temperatura tanto en invierno como en verano y también tienen una fachada de vidrio en la parte delantera orientada al sur para aprovechar el calor del sol y tener un invernadero.
Puedes ver los vídeos de la vivienda en este enlace.
Tal y como hemos visto, la arquitectura y la construcción evolucionan, poco a poco, hacia diseños y edificaciones más sostenibles e integradas en la naturaleza para reducir el impacto ambiental y el consumo de energía.