Inicio / Passivhaus y arquitectura bioclimática / La construcción industrializada como clave para la sostenibilidad de la vivienda
Se calcula que este tipo de viviendas alcanzarán el 40% del total en el año 2030. Estos datos tienen como consecuencia la necesidad de que el sector de la construcción cambie para ser más competitivo, resiliente y para que impulse los objetivos de desarrollo sostenible (ODS).
La construcción industrializada es una alternativa para hacer frente a los problemas del sector de la construcción tradicional:
El sector debe tender hacia el objetivo marcado por la Unión Europea para 2050: alcanzar cero emisiones de carbono y de combustibles fósiles.
El sector de la construcción tradicional se enfrenta a problemas como la falta de mano de obra cualificada o el alto consumo de recursos.
En España se están haciendo grandes esfuerzos para lograr una construcción más sostenible, pero, en el caso de la construcción industrializada, existen una serie de barreras, según AFI, que se deben considerar:
Ya hemos comentado en anteriores posts de qué materiales se utilizan en la construcción industrializada, qué es y qué implica en el estándar Passivhaus.
El proceso de la construcción industrializada contribuye a conseguir viviendas más sostenibles de diversas formas:
En definitiva, todo lo anterior, supone que se reducen los plazos y los recursos necesarios para construir.
La construcción sostenible puede ser la base para lograr viviendas más respetuosas con el medioambiente
Por otro lado, este tipo de viviendas permiten un diseño personalizado, por lo que se pueden adaptar a las necesidades de cada familia o persona, sin costes adicionales, lo que no ocurre con las viviendas hechas con el sistema de construcción tradicional.
La tecnología, además, juega un papel importante y se utilizan herramientas como la inteligencia artificial para hacer estudios, predicciones o automatizaciones, BIM (Building Information Modeling) y metodologías como Lean Construction.
La construcción debe cambiar para adaptarse a los retos del futuro y cubrir, con un estándar de calidad, una necesidad que no dejará de existir: la de vivienda. Este desafío se encuadra en la necesidad de lograr ciudades más sostenibles y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados para 2030.