Según un estudio de Green Building Council en España el número de viviendas construidas y con certificación sostenible no alcanza el 0,2%, por lo que estamos entre los últimos países de Europa en el ranking de sostenibilidad en la construcción. Por lo tanto, debemos hacer un gran esfuerzo para impulsar edificios que reduzcan el consumo de energía y respeten el medioambiente si queremos garantizar un futuro a las siguientes generaciones. En este contexto las certificaciones de construcción sostenible son la clave para lograr edificaciones más respetuosas con el entorno y con las personas.
El número de viviendas construidas y con certificación sostenible en España no alcanza el 0,2%
¿Qué beneficios aporta una certificación de construcción sostenible?
La necesidad de renovación del parque inmobiliario español se puso en evidencia con la llegada de los fondos Next Generation EU. Antes de 1980 no existía ninguna ley que regulara las condiciones relacionadas con la eficiencia energética de los edificios, por lo que actualmente existe un gran número de viviendas que no son eficientes. En este sentido, según datos del Catastro publicados por idealista.com el 51,2% de las viviendas en España tiene más de 40 años.
Las certificaciones de construcción sostenible aportan diversos beneficios, además de contribuir al cumplimiento de la renovación de los inmuebles. Estos serían los siguientes:
Mejora del posicionamiento del inmueble en el mercado
Una edificación con una certificación de sostenibilidad tiene una ventaja en el mercado, puesto que, por ejemplo, si se desea vender o alquilar podrá hacerse aportando el valor adicional de la sostenibilidad, cuidado de la salud y confort. Según datos de BREEAM el valor del inmueble aumenta en un 7,5 %, las rentas en un 3 % y la tasa de ocupación del inmueble en un 3,5 %.
Reducción del consumo energético
Un edificio con un certificado BREEAM es un inmueble en el que se reduce el consumo energético entre un 50 y un 70 %, el consumo de agua en un 40 % y el gasto en mantenimiento entre un 7-8 % (esto se debe a que las certificaciones exigen el uso de materiales duraderos).
Con un certificado BREEAM el consumo energético se reduce entre un 50 y un 70%
Disminución del absentismo laboral y aumento de la productividad en oficinas
Los beneficios de una certificación de construcción sostenible también se producen en edificios destinados a oficinas ya que los certificados apuestan por sistemas que garantizan una mejor calidad del aire, uso de la luz natural y existencia de espacios de descanso. Estos elementos impulsan la salud de los empleados y el incremento de la productividad laboral.
Acceso a financiación
El hecho de que una construcción tenga una certificación de sostenibilidad supone un valor añadido en la obtención de financiación y el acceso a mejores condiciones en los préstamos hipotecarios, puesto que las entidades bancarias impulsan su responsabilidad social corporativa eligiendo proyectos que sean sostenibles.
Protección del medioambiente
Los edificios que obtienen una certificación de sostenibilidad en la construcción son respetuosos con su entorno y reducen su huella ambiental durante todo el proceso de construcción en aspectos como el transporte, el reciclado de residuos y la producción. Además, el edificio será autosuficiente desde el punto de vista energético lo que contribuye a cuidar el entorno natural. Por otro lado, las certificaciones sostenibles se conceden a edificios construidos considerando aspectos como el impulso del uso de transporte público o medios de transporte no contaminantes, así como una recogida de residuos que permita el reciclaje.
Cuidado de la salud
Las construcciones donde las personas viven, trabajan o compran, entre otras acciones, deben considerar también la salud de los usuarios y, de hecho, las certificaciones de construcción sostenible ponen el foco en el cuidado de la salud y en el confort de quienes usan los edificios priorizando la luz natural, las vistas hacia el exterior o la calidad del aire.
En conclusión, conocer los beneficios de una certificación sostenible contribuye a que todos los agentes de la edificación y los instaladores, así como los usuarios finales de los edificios, reconozcan la necesidad de un cambio en la forma de diseñar, construir y utilizar las construcciones.