A la hora de instalar el suelo radiante refrescante, es necesario acudir a un profesional que planee y lleve a cabo el procedimiento.
Sin embargo, puede que como usuario final tengamos curiosidad por conocer los detalles en profundidad de una tarea que se va a realizar en nuestro hogar. O también que, como profesional, necesitemos refrescar nuestros conocimientos. Por ello, os vamos a hablar del paso a paso en términos generales para instalar el suelo radiante refrescante.
Como ya os contamos en este artículo, el suelo radiante refrescante posee una serie de ventajas con respecto a otros suelos radiantes. Por ello, es el tipo de suelo calefactable más instalado. Para instarlo, lo primero es decidir en qué lugar irá el equipo de distribución y el colector de llenado. Tiene que estar accesible para poder purgar el circuito en caso de que se llene de aire. Una vez tomada dicha decisión, se procederá a su instalación.
Primer paso para instalar el suelo radiante: acondicionar el suelo
Lo primero que se tiene que hacer es nivelar la superficie de forjado. Sobre ella, se podrá colocar un aislamiento que ayude a evitar cualquier posible traspaso de humedad. A esto se lo conoce como film antivapor, que es una hoja de PE que evita las humedades por capilaridad.
Seguidamente, se colocará una cinta o zócalo en todo el perímetro de la zona calefactada. Su función es absorber las dilataciones del mortero y evitar las pérdidas de calor.
Después, se colocará una plancha de aislamiento térmico que ayude a evitar las pérdidas de calor y que servirá de guía para las tuberías. Hay diferentes tipos de planchas y cuanto mayor es la resistencia térmica de cada una de ellas, mayor calidad aislante tienen.
Segundo paso: colocar las tuberías
El siguiente paso para instalar el suelo radiante es insertar los tubos en las placas. Estas tuberías suelen ser plásticas y flexibles. Para ello, habrá que asegurarse de que realicen un recorrido suficiente que nos permita proporcionar la temperatura adecuada a la estancia. La forma más común de instalación es la espiral. En ella, se van mezclando las tuberías de impulsión con las de retorno.
Después, estos circuitos deben ser conectados al equipo de distribución que habíamos instalado previamente.
Tercer paso: probar los circuitos
Una vez realizadas todas las conexiones, se procederá a llenar el circuito para probar que todo funcione bien y no haya ninguna fuga. A esto es a lo que se le conoce como prueba de estanqueidad de los circuitos. Este llenado debería hacerse lentamente, extrayendo el aire durante el proceso, para evitar un exceso del mismo en las tuberías.
La prueba de estanqueidad se llevará a cabo a través de un incremento de la presión de servicio (de unos 1,5 bar) a un mínimo de 6 bar. Tendrá que permanecer así durante 24 horas, tras las cuales se deberá volver a la presión de servicio.
Cuarto paso: cubrir los circuitos
Una vez instalado todo, se vierte un mortero (recomendado que sea autonivelante) y queda preparado para solar. Por la aplicación de esta última capa, se recomienda utilizar materiales de la máxima calidad que nos proporcionen la mayor vida útil posible. De no hacerlo, en el caso de que hubiese alguna avería habría que volver a levantar todo el mortero. Por ello, nos interesa que los materiales duren lo máximo posible.
El último paso será colocar un revestimiento adecuado para el suelo radiante, que tiene que contar con la capacidad de emitir/absorber el calor. Esto se llevará a cabo 28 días después de verter el mortero.