Inicio / Soluciones de climatización y ventilación / Ventilación de doble flujo vs. simple flujo: más allá del criterio de costes
Con el CTE (Código Técnico de la Edificación) en la mano, se debe asegurar que estos proyectos garanticen un caudal mínimo de ventilación que evite concentraciones elevadas de CO2 y otros contaminantes.
Para solventar esto hay muchas opciones, siendo la instalación de un sistema de ventilación de simple flujo una de las más adoptadas, especialmente por criterios económicos.
Pero en un contexto en el que la sostenibilidad y la eficiencia energética son cada vez más importantes, no hay que olvidar que los sistemas de ventilación de doble flujo pueden ser más recomendables en muchas instalaciones, y en este artículo te lo explicamos.
La diferencia es sencilla. La ventilación de simple flujo realiza la extracción del aire viciado desde estancias húmedas (cocina, baños), mientras que el aire exterior entra de forma pasiva por depresión mediante rejillas y otros elementos colocados en estancias secas.
Por otro lado, la ventilación de doble flujo incorpora dos ventiladores (uno para extracción y otro para impulsión) junto a un intercambiador de calor que recupera gran parte de la energía del aire expulsado. En el caso de los equipos VMC del ecosistema Orkli, la eficiencia térmica alcanza hasta un 96%. Además, el aire exterior es filtrado antes de entrar, evitando la introducción de contaminantes.
Entonces, aunque tanto la ventilación de simple flujo como la de doble flujo cumplen con los requisitos normativos y técnicos exigidos, es importante entender que no ofrecen el mismo nivel de prestaciones.
Los sistemas de doble flujo, por su diseño y tecnología, permiten un mayor control sobre la ventilación y el ambiente interior, algo especialmente relevante en edificios que son cada vez más herméticos.
Cumplir la normativa es suficiente para asegurar la ventilación, pero no siempre garantiza el máximo confort ni la mejor eficiencia energética a largo plazo
El doble flujo recupera hasta un 96% del calor del aire extraído, reduciendo la demanda térmica y optimizando el consumo de calefacción y refrigeración.
El sistema incorpora filtros que eliminan polvo, polen y partículas antes de insuflar aire en las estancias interiores, mejorando significativamente la calidad del aire interior.
Al mantener un flujo equilibrado y filtrar aire exterior, se reduce la humedad no controlada, lo que protege los cerramientos y previene patologías en la construcción.
En viviendas con alto nivel de hermeticidad (Passivhaus, NZEB), el doble flujo evita infiltraciones descontroladas que afectan el confort y el rendimiento energético.
Al no depender de aberturas en ventanas, se limita la entrada de ruido exterior, proporcionando un ambiente interior más silencioso y confortable.
A pesar de una inversión inicial mayor, los ahorros energéticos, menor necesidad de calefacción y mejor calificación del edificio (hipoteca verde, certificaciones) convierten al doble flujo en una solución más rentable a medio-largo plazo.
Aunque la ventilación de doble flujo puede integrarse en cualquier proyecto residencial o terciario, existen situaciones en las que su implantación resulta especialmente recomendable, tanto por su impacto en el confort como por su retorno técnico y económico.
En primer lugar, su uso es muy aconsejable en viviendas situadas en zonas con climas fríos o en entornos urbanos con altos niveles de contaminación.
En estos casos, el sistema permite recuperar buena parte del calor del aire expulsado, reduciendo la demanda energética en invierno. Además, los filtros actúan como barrera frente a partículas en suspensión, polen o agentes contaminantes, mejorando significativamente la calidad del aire interior.
Este tipo de solución también es imprescindible en edificaciones que persiguen estándares de alta eficiencia energética, como las viviendas Passivhaus o los edificios NZEB (Nearly Zero Energy Buildings).
En estos casos, el doble flujo, más que una recomendación, es un requisito funcional para garantizar el equilibrio entre consumo energético, confort interior y salubridad.
Por último, cada vez más promotoras recurren a esta tecnología como valor diferencial en sus proyectos y obras.
Incluir ventilación de doble flujo en una promoción ayuda a obtener una mejor calificación energética del inmueble, lo que refuerza el posicionamiento del proyecto ante un comprador cada vez más informado, que valora soluciones de confort saludable y eficiencia sostenible.
La ventilación de doble flujo no es un lujo: es una inversión en eficiencia, confort y calidad del aire interior
Orkli pone a disposición del sector una gama completa de sistemas de ventilación de doble flujo adaptados a distintos tipos de vivienda.
Para espacios de tamaño reducido o viviendas unifamiliares pequeñas, la solución más adecuada es la VMC Slim, un equipo compacto y de alto rendimiento diseñado para integrarse fácilmente en proyectos con limitaciones de espacio.
Para proyectos que requieren mayores prestaciones, en Orkli disponemos de diferentes modelos de ventilación de doble flujo con recuperación de calor y una eficiencia térmica de hasta un 96%, recuperadores a contraflujo, opciones con recuperación de humedad y certificación Passive House.
Si necesitas un sistema combinado que incluya ventilación, calefacción, refrigeración y producción de ACS en un único equipo, PKOM⁴ es tu solución. Combina bomba de calor y ventilación, está disponible en versiones classic o trend (con o sin tanque de ACS), y cuenta con certificación Passive House y nZEB.
Hay ocasiones en las que limitarse a cumplir la normativa puede ser suficiente. Pero cuando entran en juego aspectos como la eficiencia energética, el confort integral de los usuarios y la sostenibilidad a largo plazo, optar por una solución de doble flujo es la decisión acertada.
Como hemos visto, los sistemas de ventilación mecánica de doble flujo ofrecen prestaciones y beneficios (como recuperación de calor, filtrado, mayor eficiencia energética del edificio, menor consumo de calefacción, etc.) que no se pueden lograr con sistemas de simple flujo.
Sí, es cierto que la inversión inicial es mayor, pero más allá de lo económico, su instalación supone una mejora tangible a nivel ambiental y funcional.
Por eso, para ingenierías, arquitectos, promotoras o instaladores que buscan ofrecer la más alta calidad en sus proyectos, la ventilación de doble flujo es una solución que debería tenerse muy en cuenta.
Si necesitas asesoramiento técnico para saber si estos sistemas son los ideales para tu proyecto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.