Inicio / Eficiencia y ahorro / ¿Cuál es la relación entre ODS y construcción?
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son un conjunto de 17 metas que se establecieron por la ONU para luchar contra el cambio climático, la pobreza y la desigualdad. Fueron aprobados en 2015 y se creó la denominada Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. El sector de la construcción puede contribuir en gran medida a la consecución de estos objetivos. Te contamos cómo.
Muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se relacionan con el sector de las empresas constructoras. Vemos con detalle a continuación aquellos ODS en los que se puede enfocar la construcción para avanzar hacia un futuro más respetuoso con el medioambiente.
La construcción puede contribuir a la salud y bienestar de las personas a través del uso de materiales saludables y con la creación de espacios y sistemas que garanticen la confortabilidad y la calidad del aire interior.
En este sentido se pueden tomar medidas como: la no utilización de pinturas o materiales contaminantes, la creación de espacios con luz y ventilación naturales. También se pueden usar sistemas de ventilación de doble flujo con recuperación de calor para una mayor eficiencia.
Es fundamental impulsar la presencia de las mujeres en las empresas de la construcción y garantizar la igualdad de oportunidades y de salario respecto a puestos ocupados por hombres con las mismas responsabilidades. En este sentido, es importante recordar que las empresas con 50 o más empleados deberán elaborar un plan de igualdad.
La salud está muy relacionada con el acceso al agua potable y con el saneamiento. La construcción puede contribuir a este objetivo mediante la instalación de sistemas de depuración del agua o de recogida de lluvia para riego de jardines.
Las empresas constructoras pueden promover este objetivo utilizando la energía renovable en las nuevas construcciones y en las rehabilitaciones, como la energía solar.
Las energías renovables son aquellas que derivan de fuentes naturales como el sol o el viento y que se reponen más rápido de lo que se consumen. Es lo contrario de lo que ocurre con energías derivadas de combustibles fósiles (carbón, petróleo o gas) que no son renovables porque tardan millones de años en crearse y, además, generan emisiones perjudiciales para el planeta y la salud de las personas.
Es fundamental que se respeten las leyes en cuanto a salario mínimo y condiciones laborales y que se cuide la salud de los trabajadores de la construcción y se reduzcan o eliminen los accidentes laborales.
La construcción debe ir de la mano de la arquitectura sostenible para luchar contra el cambio climático. Por ejemplo, se pueden tomar medidas para utilizar cubiertas vegetales y mejorar el aislamiento térmico a la vez que se reduce la contaminación.
Por otro lado, los edificios inteligentes utilizan sensores y tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT) para analizar grandes volúmenes de datos y tomar decisiones sobre climatización e iluminación. Además, los edificios deben de ser resilientes para hacer frente a desastres naturales.
Este objetivo se traduce en construir mejores viviendas y otros inmuebles e infraestructuras con menos recursos. La idea es elegir materiales de construcción con bajo impacto ambiental en su fabricación o extracción o materiales reciclados o reciclables.
Algunos de los materiales de bajo impacto ambiental que se pueden utilizar en la construcción son: maderas certificadas o materiales biodegradables (bambú o corcho)
Por otro lado, es importante reducir los residuos de la construcción y recuperarlos para poder convertirlos en energía.
Los edificios que obtienen la certificación Passivhaus impulsan de forma directa la consecución de los ODS. Las viviendas pasivas tienen un consumo de energía hasta un 90% inferior al que tienen las viviendas convencionales, además, utilizan fuentes de energía renovables.
Por otro lado, con las edificaciones que tienen este certificado tienen niveles óptimos de confort térmico y acústico y una gran calidad del aire interior.
En definitiva, el rol de las empresas constructoras es fundamental para un futuro sostenible y para que en 2030 se alcancen los ODS.