Inicio / Passivhaus y arquitectura bioclimática / Construcción modular para espacios de trabajo: eficiencia a nuestro alcance
Las oficinas ya no son solo lugares en los que las personas trabajan. Han evolucionado de espacios rígidos y compartimentados, edificios de ladrillo y hormigón o de cristal, a espacios flexibles en los que se cuidan la calidad del aire, el confort térmico y, por lo tanto, se impulsa el bienestar y la productividad. En este post queremos contarte qué son las oficinas modulares, qué ventajas aportan y cómo cuidan de las personas.
Las reglas del juego en las oficinas han cambiado debido al auge del teletrabajo y el trabajo híbrido que han impulsado espacios de trabajo flexibles para trabajadores en movimiento. Esto ha tenido como consecuencia que evolucionen otras formas de diseñar y construir las oficinas.
España destaca en Europa por tener el mayor porcentaje de superficie de oficinas flexibles respecto a las tradicionales con un 3,5% en Barcelona y un 2% en Madrid.
Una oficina hecha con construcción modular es la que se fabrica por secciones (módulos) en una nave industrial y luego se ensambla en el lugar en el que se quiere construir. No se trata de una solución provisional, sino de edificios definitivos que desde la fase de diseño contemplan aspectos como el aislamiento térmico y acústico, la seguridad y el confort, así como la sostenibilidad.
El tiempo de construcción se reduce porque se pueden construir los módulos en la fábrica a la vez que se prepara el terreno para la instalación.
Una oficina hecha mediante construcción modular aporta diversas ventajas como las siguientes:
Si una empresa necesita una sede con rapidez, la construcción modular puede reducir los plazos, tal y como hemos visto. El tiempo de construcción dependerá de elementos como el emplazamiento, el tamaño de la construcción o los acabados que se elijan.
La fabricación de los módulos en una nave industrial permite optimizar el uso de los materiales para que no haya desperdicios y evitar gastos innecesarios que aumenten el presupuesto. De esta forma desaparece uno de los problemas más importantes de las obras tradicionales que es el aumento de los costes debido a imprevistos.
Esta forma de construcción no solo reduce los residuos, sino que también se reduce el impacto ambiental debido a la fabricación en un entorno controlado.
Además, muchos fabricantes de oficinas modulares ya trabajan con certificados Passivhaus, BREEAM o LEED, Por lo que se reduce de forma notable el consumo energético y se impulsa la calidad del aire interior para que el ambiente de trabajo sea saludable.
Las oficinas modulares permiten adaptarse a las necesidades de cada momento, de manera que si la empresa crece y necesita más espacio o inicia una nueva actividad, se puede realizar un aumento del espacio disponible de forma sencilla o redistribuir el interior, sin necesidad de demoliciones y obras que duran un largo plazo de tiempo perjudicando la actividad de la empresa.
La salud de las personas que van a ocupar las oficinas es prioritaria en el diseño modular de manera que se evitan materiales tóxicos se utilizan sistemas de ventilación para mantener la calidad del aire y se elige la orientación adecuada para facilitar el confort térmico.
Por otro lado, la construcción modular de oficinas permite un alto grado de personalización ya que se pueden elegir los materiales, los sistemas de climatización o cualquier elemento del diseño, entre otros factores.
La construcción modular se puede aplicar a muchos tipos de espacios de trabajo como los siguientes:
En definitiva, la construcción modular no solo aporta ventajas en casos de viviendas, sino que también se adapta a otros usos como las oficinas para ofrecer soluciones sostenibles y enfocadas en las personas.