Inicio / Eficiencia y ahorro / Todo lo que debes saber sobre el nuevo Reglamento Europeo de Productos de Construcción
La construcción ha cambiado en los últimos años en cuanto al diseño, a las técnicas y materiales que se utilizan. El objetivo es una construcción más sostenible, que genere menos residuos y que sea respetuosa con el medioambiente. El Reglamento Europeo de Productos de Construcción es un paso más hacia ese objetivo.
Este nuevo Reglamento sustituye al anterior y será aplicable en su totalidad a partir de enero de 2026, aunque hay disposiciones que entran en vigor en 2025. Vamos a analizar cómo impacta este cambio en todas las personas que intervienen en la construcción.
Los edificios son responsables de alrededor del 50 % de la extracción y el consumo de recursos, así como de más del 30 % del total de residuos generados cada año en la Unión Europea
Es una normativa que establece criterios comunes para la comercialización de productos utilizados en obras de edificación e ingeniería civil en la Unión Europea. El objetivo es que dichos productos cumplan una serie de requisitos relativas a la seguridad, calidad y sostenibilidad.
La nueva norma refuerza el marco regulador y añade medidas para reducir el impacto ambiental. Vamos a ver las novedades más relevantes a continuación:
Una de las modificaciones más importantes del Reglamento consiste en la definición de producto de construcción que es la siguiente:
Todo artículo físico conformado o sin forma, incluidos los productos impresos en 3D, o un kit introducido en el mercado, incluso mediante el suministro a la obra, para su incorporación de manera permanente en obras de construcción o partes de estas, a excepción de los artículos que necesariamente se integren primero en un kit u otro producto de construcción antes de ser incorporados de manera permanente en obras de construcción.
Por lo tanto, no solo se trata de elementos estructurales o decorativos, sino que se amplía la definición.
Una de las grandes innovaciones es la creación del Pasaporte Digital de Producto (DPP). Este documento digital incluirá información técnica, de seguridad, de uso y, sobre todo, datos ambientales de los productos.
Será obligatorio que los fabricantes detallen el ciclo de vida del producto, su huella de carbono, la posibilidad de reutilización y los valores de su Declaración Ambiental de Producto (DAP).
La información que aparece en el pasaporte ayuda a los arquitectos y promotores a tomar decisiones más informadas y elegir materiales más sostenibles.
La idea es construir de forma sostenible y pensando en lo que ocurrirá cuando un edificio termine su vida útil. Para ello, se promueve la reutilización y el reacondicionamiento de materiales y componentes.
Los fabricantes tendrán que demostrar que sus productos pueden desmontarse, separarse y reaprovecharse. Además, habrá controles para comprobarlo y corroborarlo.
Los edificios son responsables del 40 % del consumo de energía de la Unión Europea y del 36 % de las emisiones de gases de efecto invernadero
El Reglamento también incrementa los requisitos sobre sustancias peligrosas. Se exigirá mayor control sobre los químicos empleados en la fabricación de materiales, para cuidar la salud de los usuarios de las edificaciones y la calidad del aire interior.
Además, se establecen nuevos criterios para reducir los residuos de obra, de manera que se elijan materiales con menor impacto desde su fabricación hasta su eliminación.
Con esta normativa los arquitectos se enfrentarán a diversos retos y oportunidades como los siguientes:
Adaptarse a este nuevo escenario es imprescindible para un futuro más sostenible y seguro, ya que la sostenibilidad no es una opción, es el camino. La construcción está cambiando para convertirse en impulsora del cuidado del medioambiente y de las personas.